El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, este miércoles © KEVIN LAMARQUE El portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, este miércoles “Si no quieren hacerlo, está bien. Si quieren hacerlo, trabajaré hacia ese objetivo. Quiero hacerlo todo dentro de los marcos de la legalidad”, dijo en una entrevista a la cadena ABC preguntado por la técnica del waterboarding (ahogamiento simulado) que él alabó el pasado junio. “¿Creo que funciona? Absolutamente lo creo”, agregó.
El Ejército estadounidense prohibió en 2006 el uso del waterboarding, poniendo en duda su legalidad y eficacia. Al llegar a la Casa Blanca en 2009, el presidente Barack Obama lo prohibió también para la CIA al clausurar el programa de interrogación de la agencia de inteligencia a sospechosos de terrorismo. La decisión cerró el capítulo oscuro de los abusos del Gobierno de George W. Bush en nombre de la llamada guerra contra el terrorismo tras los atentados del 11-S en 2001.
Trump estudia recuperar ese programa de interrogación. Según el borrador de un documento oficial citado por medios estadounidenses, el republicano ha preguntado a sus asesores sobre la posibilidad de reanudar las prisiones secretas que la CIA tenía en el extranjero. Según el informe, se mantendría la prohibición de practicar torturas en los interrogatorios, según las leyes estadounidense e internacional.
En su rueda de prensa diaria, el portavoz de la Casa Blanca, Sean Spicer, negó autenticidad a esa información aunque no la desmintió. “No es un documento de la Casa Blanca. No tengo ni idea de dónde salió”, dijo a los periodistas.
El nuevo presidente también estaría estudiando mantener abierta la prisión de Guantánamo (Cuba), que acoge a una cuarentena de sospechosos de terrorismo en un limbo de detención indefinida.
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